Sigo por el sur de la bonita Región
de los Lagos, y, después de un largo
recorrido en bus y de cruzar en ferry el canal de Chacao, llego a
Ancud, primera población importante de la isla de Chiloé.
Como no tenía muy claro donde quedarme, decidí seguir hasta el
final del trayecto y así llegué a la pintoresca Castro, capital
de Chiloé.
Chiloé es un hermoso archipiélago
situado al sur de la Región de los Lagos, formado por una isla
grande y varias pequeñas. Su aislamiento ha hecho que se conserven
sus mitos, leyendas y folclore, transmitiéndose hasta nuestros
días, evocando mundos fantásticos con su paisaje enigmático de
bahías brumosas, bosques silenciosos, montes escarpados y cielos
grises.
En Castro, me quedé cinco días,
aunque me hubiera quedado por los menos diez( pero no tenía mas
tiempo ). Me encontré con la agradable sorpresa: como todos los
años, entre Enero y Febrero, en muchas islas, se estaban celebrando
las Fiestas Costumbristas dedicadas a la Cultura Chilota,.
Castro es el tercer
asentamiento más antiguo de Chile y fue fundada por los españoles
en 1567.
En la plaza de armas se encuentra la
Iglesia de San Francisco, Patrimonio de la Humanidad y emblema de la
ciudad, y tiene dos campanarios de 40m de altura.
Los palafitos son las típicas casas
chilotas de madera levantadas sobre estacas a la orilla del agua y
están pintadas de vivos colores. En la zona del puerto muchos
palafitos se han convertido en restaurantes. En el terremoto de 1960
muchos desaparecieron.
En el puerto en uno de los palafitos
comí un rico “Curanto” (típico plato chilote de mariscos, carne
de cerdo y verdura, que se cuece en horno de barro).
En el Centro Cultural de Castro se
celebraban las 19º Jornadas Musicales de Chiloé.
Por la noche, después andar durante
todo el día, me apetecía escuchar un ratito de buena música , así
que me fui a ver la actuación gratuita de la cantante chilena Vasti
Michel, bastante conocida por los chilenos, y que el público
aplaudió mucho.
